Abordar una historia de las mujeres en la contemporaneidad más reciente pasa, de manera necesaria, por entender la complejidad y la diversidad de las experiencias femeninas en todos los contextos geográficos, así como las distintas formas de adaptarse a ellas, conceptualizarlas, enfrentarlas o transformarlas. Es, por tanto, condición imprescindible hablar de «mujeres» y de «feminismos» en plural, tal y como plantean Teresa María Ortega López y Mónica Moreno Seco en Historia de las mujeres y del feminismo desde 1945.
Esta obra combina el estudio de los hechos políticos, diplomáticos y económicos internacionales que han afectado en los últimos casi ochenta años a las mujeres, con el análisis sobre cómo se ha desarrollado la investigación histórica sobre la mujer como sujeto en estos ámbitos, contraponiendo así discursos estereotipados con lo sucedido, aportando también las herramientas para alejar las investigaciones de los sesgos de género y mostrando un estado de la cuestión sobre los acuerdos, corrientes y enfrentamientos dentro del feminismo.
Con este planteamiento, el libro se divide en dos partes. En la primera, las autoras relacionan el contexto internacional a partir de 1945 con la situación de las mujeres, partiendo del nacimiento de la ONU y, posteriormente, analizando las diferencias y particularidades en materia de derechos femeninos entre el bloque occidental y el bloque soviético. La segunda, por otro lado, se concentra en la diversidad de identidades, experiencias y trayectorias de las mujeres, sus luchas y discriminaciones, desde una perspectiva interseccional, para comprender las formas en las que se han conceptualizado, estereotipado e investigado sus realidades. Con ello, finalmente, se plantea un último capítulo analizando la situación de las mujeres y de los feminismos en la actualidad: los retos, los debates y los caminos a seguir.
Así, las autoras recopilan los momentos, espacios de acción, resistencia y reivindicación y las investigaciones fundamentales sobre la situación de las mujeres desde el final de la Segunda Guerra Mundial, abordando una amplia diversidad de temas como son la violencia, la interseccionalidad, la pobreza, la ruralidad o las relaciones internacionales desde la perspectiva de género, entre otros. También recorren cuales han sido y continúan siendo los principales retos y debates que afronta el feminismo, así como las protagonistas de su historia reciente, tanto en la teoría como en el activismo o en el feminismo institucional.
Esto último, bastante en línea con la situación actual del movimiento, es uno de los puntos fuertes de la obra porque, si bien estamos acostumbrados al debate en sí y al sensacionalismo que despierta esa idea del «feminismo dividido», aquí las autoras se alejan de esa posición para hacer un análisis profundo sobre cuál es el recorrido y el origen histórico de los principales lugares de enfrentamiento o desacuerdo, en qué se sustentan y cómo se pueden comprender, investigar y abordar aprendiendo de distintos ejemplos de situaciones previas similares que ha enfrentado el activismo feminista. Se muestra, por tanto, como la confrontación en los feminismos y la diversidad de propuestas –incluso irreconciliables– no es una anomalía de nuestros días, sino que ha sido una constante presente en su historia, que solo puede entenderse haciendo un estudio más complejo sobre los orígenes, recorridos, posiciones sociales, intereses y situaciones que atraviesan a las mujeres representantes de los distintos posicionamientos.
La obra traspasa los límites tradicionales de la investigación histórica tanto en materia de objetos de estudio como por revisión crítica de conceptualizaciones y estereotipos, herramientas y nuevas perspectivas para el análisis de los contextos trabajados. Además, visibiliza las aportaciones y logros de mujeres destacadas en distintos ámbitos, realizando un recorrido por las fechas y las protagonistas clave en materia de derechos femeninos a nivel internacional.
De hecho, el uso de los términos y sus connotaciones, partiendo de la ya mencionada utilización de los plurales, es uno de los elementos imprescindibles del libro. Es responsabilidad del investigador entender y analizar qué tipo de palabras utiliza, por qué y qué imágenes hay asociadas a ellas, para saber si es necesario reproducirlas o desvincularlas. Incluso, del tono o la forma en la que se emplean, puesto que, por ejemplo, hablar de la participación de las mujeres en la violencia como excepcionalidad o de las decisiones políticas femeninas siempre en relación con hombres son maneras de expresar que contribuyen a reproducir estereotipos y que alejarían dichas investigaciones del rigor.
En resumen, con una prosa accesible, un estudio riguroso de fuentes, bibliografía y discursos y a través de preguntas, comparativas y debates, las autoras construyen una propuesta de referencia para los puntos clave sobre la historia reciente de las mujeres y de los feminismos, que invita a la profundización, a la crítica y a la reflexión individual y colectiva tanto desde el trabajo académico como desde el activismo feminista. Sirviendo, en definitiva, como manual metodológico y como ejemplo de investigación con perspectiva de género sobre mujeres y feminismos en la contemporaneidad.
Paula Iglesias Bueno