El profesor Narciso de Gabriel, catedrático de Teoría e Historia de la Educación en la Universidad de A Coruña, presenta un nuevo estudio, Os mestres mortos daquel verán, sobre la depuración y ejecución de los maestros y maestras durante y después de la guerra civil.
Se trata de una obra de síntesis y de reconocimiento, también de recuperación de la memoria, en la que el profesor de Gabriel nos ofrece, en diez capítulos, las trayectorias de doce maestros a los que se arrebató la vida de la manera más cruel. Si siempre apena la muerte, la de un maestro resulta incomprensible porque brota de una ideología que odia la inteligencia. El magisterio fue uno de los objetivos predilectos del fascismo por diferentes motivos, como bien explica el autor: por el mero hecho de ser maestros y, por tanto, personas influyentes y respetadas en comunidades pequeñas; por militancia política en organizaciones de diversa índole, tanto partidos como sindicatos afines al Frente Popular; por “neutralidad” y laicismo; por abrir la puerta de la escuela a los aires de la renovación pedagógica, calificados de nocivos y “disolventes”; porque la guerra propició que germinasen odios, traiciones y rivalidades mezquinas; y al fin, porque los maestros eran “la luz de los humildes”, expresión que nos remite a un trabajo anterior de Narciso de Gabriel sobre uno de los maestros glosados en este libro, Arximiro Rico, luz dos humildes: vida e morte dun mestre republicano (2002).
Los maestros y maestras que protagonizan este libro son María Vázquez Suárez, Rafael Fernández Casas, Jesús Álvaro López Brenlla, Mercedes Romero Abella, Rafael Pardo Carmona y Fernando Barcia Veiras, Manuel Rodríguez Castelao y Xosé Losada Castelao, Arximiro Rico Trabada, Víctor Fraiz Villanueva, Ramón Amadeo Figueroa Vilachá y Francisco Ponzán Vidal. El orden de presentación es el de la cronología de los fallecimientos, que se extiende desde el 19 de agosto de 1936, cuando María Vázquez Suárez fue asesinada en la playa de Bañobre (Miño, A Coruña), hasta el 17 de agosto de 1944, cuando Francisco Ponzán Vidal, maestro de Camariñas, fue ejecutado por los nazis en las proximidades de la localidad francesa de Toulouse.
Estas semblanzas derivan de investigaciones previas de Narciso de Gabriel, como la señalada sobre Arximiro Rico, la dedicada a Álvarez Blázquez (Xosé María Álvarez Blázquez, mestre republicano: diario escolar e desterro, 2019) o el exhaustivo análisis del proceso de depuración del magisterio coruñés que el autor ofrece en Vermellos e laicos: a represión fascista do maxisterio coruñés (2021). Por tanto, se trata de una línea de investigación consolidada del propio autor, que coordinó en 2017 el monográfico de Sarmiento. Revista galego-portuguesa de Historia da Educación, dedicado a la depuración del magisterio, con estudios sobre las cuatro provincias gallegas.
El proceso depurador de los docentes cuenta con una amplia bibliografía, iniciada en el siglo pasado con estudios como el de Francisco Morente Valero La depuración del Magisterio Nacional (1936-1943). La Escuela y el Estado Nuevo (1997) o el de Juan Manuel Fernández Soria y Mª Carmen Agulló Díaz Maestros valencianos bajo el franquismo: la depuración del magisterio, 1939-1944 (1999), a los que siguieron una muy estimable serie de investigaciones por comunidades autónomas y por provincias. En el caso de Galicia son fundamentales, junto a los estudios ya citados de Narciso de Gabriel, las muy detalladas investigaciones del profesor Ángel Serafín Porto Ucha sobre la provincia de Pontevedra, y los análisis pormenorizados de los profesores Antón Costa Rico sobre Lugo y Xosé Manuel Cid Fernández sobre Ourense.
Os mestres mortos daquel verán presenta, con enorme delicadeza, las vidas de los que murieron a manos de otros, por enseñar a los niños, por sementar el futuro. El rigor histórico de estudios anteriores del autor se combina con la semblanza de los desaparecidos, cuyos retratos se incluyen en casi todos los casos, aproximándolos a nosotros más allá de las palabras. Cada capítulo se inicia con una ilustración de Alfonso Rodríguez Castelao, que en su lámina “A última lección do mestre”, del álbum Galicia mártir, nos legó un testimonio escalofriante sobre el asesinato de los maestros en plena guerra civil. El título nos remite a una novela de Carlos Casares, Os mortos daquel verán (1987), en la que se investiga el misterioso fallecimiento de un boticario en los inicios de la guerra. Y la portada es una cuidada fotografía del monumento a los fusilados de la guerra civil, erigido frente al mar, muy cerca de la coruñesa Torre de Hércules, y obra de Isaac Díaz Pardo. Nada en este libro es superfluo, palabras, fotografías, ilustraciones, texturas, componen un friso contra la intolerancia.
Narciso de Gabriel combina de forma magistral, en Os mestres mortos daquel verán, el rigor histórico de años de análisis y consulta de documentación, de recogida de testimonios orales y gráficos, con el relato humano que, más allá de los nombres, nos hace partícipes del sufrimiento y nos recuerda lo que nunca debería repetirse, el triunfo de la barbarie sobre la cultura. Es un libro sobre la guerra, tan oportuno en estos tiempos, pero sobre todo es un libro de paz y para la paz, que sirve a los especialistas en Historia Contemporánea, en Historia de la Educación y también al lector curioso e interesado por las vidas y muertes de la guerra civil.
Raquel Vázquez Ramil
Universidad de Valladolid